De pequeña siempre me gustó el construir pequeñas casitas en el jardín, o en el campo (la ventaja de veranear en un pueblo es que te sobra campo por todos lados), refugios donde atesorar piedras, piñas, flores y jugar a ser exploradora… cualquier cosa servía, desde unas sillas y telas, hasta ramas secas, cañas y grandes hojas… Conforme una se hace adulta ya no se conforma con cualquier cosa, y ahora me encanta ver esas pequeñas casitas escondidas en el jardín donde guardar las herramientas, semillas, macetas… que además forman parte de él, creando rincones únicos y especiales que hacen que la imaginación vuele.
Hoy os traigo una selección de esos rincones especiales, espero que os gusten…
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| vía 6 |
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| vía 8 |
Y mi favorita...
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| vía 9 |
Feliz Fin de Semana!!!
Lo que puede rechiflar tener una casita en el jardín, para leer y perderse!y el primer invernadero es ideal.
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