Pinus pinea

Característico de nuestros bosques mediterráneos el Pinus pinea o Pino piñonero es uno de los pinos más fáciles de identificar por su copa en forma de parasol que puede llegar a alcanzar hasta los 12 metros de anchura.

Aguanta las condiciones climáticas típicas del mediterráneo, pleno sol, los vientos salinos con una elevada  resistencia a ellos, torciéndose  e inclinándose de forma que se moldea a merced del viento, tolera los suelos calcáreos y crece con mucha facilidad de las semillas caídas. Como casi todas las coníferas posee un transplante difícil, y para poder transplantar un pino adulto hay que repicarlo el año anterior, es decir  formar el cepellón cortando raices y escayolarlo de forma que el pino es obligado a sacar raíz nueva  y con un cepellón ya formado, que suele tardar un año, el pino se puede transplantar a otro lugar. En otra entrada os aclararé este proceso con fotos.

Sus hojas se llaman acículas y van de dos en dos, de unos 12 cm de largo y  tienen la punta afilada, las acículas jóvenes son más cortas de 3 a 4 cm  y son únicas, es decir no van en pares y permanecen en la planta joven durante 5 o 6 años, además son de un color verde mas claro y algo azulado.

Su corteza es de color marrón rojizo y está agrietada en placas.

Plantado durante siglos por sus semillas comestibles, los piñones. Sus piñas son recias, grandes de entre 8-15 cm  y tardan tres años en madurar, con el calor se abren y dejan caer sobre el terreno los piñones, de unos 2 cm de largo y cubiertos por una especie de ceniza negra que mancha las manos cuando los coges (pero frotando con hojas de parra, por ejemplo, desaparece rápidamente). Cada piña puede contener entre sus "escamas" hasta 40 piñones.

¿Habéis ido alguna tarde de paseo a coger piñones?

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PD: Esta entrada está dedicada a mi tio Ramón Herrero, con el que tantas veces fuimos mi hermano y yo a coger piñones… y tantas historias nos contó debajo del pino piñonero. Gracias ♥